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Cruce de caminos en Samarkanda

11
12 Dic 2011
Aventura, Gentes, Lugares, Ruta de la Seda, Sueños, Uzbekistán
by Iván

English translation by google

La Ruta de la Seda y los países de Asia Central han estado de actualidad últimamente, y es que  hoy como ayer sigue siendo parte del gran juego que enfrenta a los intereses de las grandes potencias internacionales. Las tierras de Asia Central gozan de una situación geo-estratégica privilegiada en un cruce de caminos entre el mundo árabe , China y Rusia. A todo ello se suma la importancia vital desde el punto vista energético, y aunque ahora sea una  sombra de lo que fue , las tierras de la antigua  Ruta de la Seda siguen estando en el candelero internacional. Y es  precisamente aquí durante estas semanas de viaje donde voy a poder sentir, ver y vivir el caos étnico , político, social y religioso de una de las zonas calientes del Planeta.

Ahora mismo y mientras escribo el presente post es cuando alzo la vista y miro detenidamente a mi  biblioteca  personal. Con un par de miradas  veo muchas y variadas referencias  a estas lejanas tierras de los países  de Asia Central. De Colin Thubron  con su Sombra de la Ruta de la Seda paso a Lutz Kleeveman con su nuevo gran juego , de Peter Hopkik y sus demonios extranjeros en la legendaria ruta paso a los legendarios libros de Thomas O. Hollmann y Francois Pernor donde puedo viajar desde Europa a Asia.

Con esos grandes libros pude  conocer con mi imaginación aquellas lejanas tierras y las vidas de las gentes locales y de los  legendarios aventureros, comerciantes y viajeros que llegaron desde muy lejos. Por los mágicos libros como los que ahora tengo delante son con los que viajo muy  lejos cuando estoy en tierra y con la mochila guardada. Es con  ese mundo de aventuras, viajes y sueños con el  que me he trasladado muchas veces al interior de esos viajes imaginarios que se van convirtiendo poco a poco en una realidad. Y  tengo que decir que la Ruta de la Seda tiene una parte especial en ese  olimpo particular de mis sueños y aventuras, con ellos llego a culturas, mundos y vidas de muy lejos  que siempre me han fascinado. Todos esos grandes viajes y viajeros que nos precedieron hace siglos se aparecen como si una varita mágica o una máquina en el tiempo los pusiera a unos escasos  metros de distancia. Y es ahí donde recuerdo aquella legendaria frase de Descartes » Viajar es como hablar con hombres de hace siglos».

Veo como en  una esquina reluce el libro de Hugo Pratt y de su héroe Corto Maltés. Con ese memorable    «La casa dorada de Samarkanda « despierto de la cabezada que estaba echando en el tren y  viajo de nuevo a tierras uzbekas. Veo a un  revisor que me golpea en el hombro y  nos dice que ya llegamos a nuestro destino. El rostro del hombre  marca esa imagen que llevo viendo los últimos días y que me va a acompañar durante las siguientes semanas de viaje, veo infinidad de  rostros curtidos como el suyo  con  sus dentaduras llenas de oro. Cualquier semejanza con la ficción no es casualidad, y algunos rostros parecen sacados de alguna película de James Bond. Pero el malo no es tal y se funde en un espontáneo abrazo conmigo y me dice un Spaseeba ruso que se acompaña por el Thank You de su compañero que chapurrea algunas palabras en inglés .

Atónito , no me queda otra que dejarme llevar por el impulso y las emociones para devolverle las gracias a él y a todos los niños que se despiden de nosotros con un universal Bye Bye. Puedo ver unos rostros de pena al despedirse de nosotros y ver como nos alejamos, para ellos somos esos extraños venidos de muy lejos a conocer su país. Recuerdo ahora no sabiendo por qué a esa madre e hijos  que nos encontramos en el parque de Tashkent que intentaba comunicarse con nosotros y que tras varias risas  finalmente buscaba una foto de familia que inmortalizara en momento con aquella pareja venida de lejos, de una España que aquí sonaba a otro planeta. 

Con la mochila ya en tierra nos despedimos de las gentes que siguen en el tren, las ventanas se llenan de rostros y manos que dicen adiós  con la sincera sonrisa de la gente noble. Puedo ver también el rostro del revisor pegado a su ventana con una sonrisa bañada en oro  que poco a poco se aleja con el tren que se acaba de poner en marcha. Pienso en esas vidas que van y vienen, en  los vaivenes que han dado estos países desde el desmoronamiento de la Unión Soviética y con los ya veinte  años de dictadura personalista. Son esas gentes sencillas y humildes  que aparecen en los caminos y en los trenes las que me fascinan, rostros que nos acompañan en el viaje físico y en el del corazón. Vidas,rostros, emociones, gentes y momentos que hacen tan sumamente  especial  y maravillosa la aventura de viajar.

Sorprendentemente veo que apenas nadie se baja del tren, pero en el vagón contiguo lo hace  un viajero que estaba en el aeropuerto de Riga, a su lado  sale otra viajera occidental. Tanto Claudia como yo les saludamos y resultan ser italianos, salimos de la estación y al alzar la mirada se ve la luna llena sobre nuestras cabezas. La noche es clara y hemos llegado a una de las ciudades mas emblemáticas de las rutas viajeras: la legendaria Samarkanda nos recibe con su estación de tren completamente destartalada y en obras . Los dos viajeros italianos hablan con nosotros y Claudia con su perfecto italiano se comunica con ellos en su idioma natal. Yo entiendo algunas palabras pero me  mantengo al margen de la conversación y me dejo llevar por mis pensamientos.

Decidimos compartir  los cuatro un taxi que nos lleve al centro de la ciudad, son aproximadamente las doce de la noche e intentaremos encontrar alojamiento, no tenemos reserva, pero creo que no debe ser ningún problema a pesar de encontrarnos en pleno mes de agosto. Al salir a la estación recibimos el asalto de  una avalancha de conductores que  buscan hacer el día con cuatro extranjeros. Tras escribir en una libreta  diferentes números para indicarles los precios dispuestos a pagar recibimos risas y nuevos precios, pero al final  conseguimos negociar con uno que chapurrea unas palabras en inglés y que nos parece un precio razonable. Es así como entramos apretujados en un destartalado taxi y recorremos los pocos kilómetros que nos separan del centro de la ciudad.

La  legendaria ciudad duerme y nosotros conversamos en el taxi, yo voy delante al ser el mas corpulento ( rellenito) de los cuatro,  voy sonriendo mientras miro  al conductor ,me encuentro con las primeras calles de la ciudad y pienso en esa mochila que me ha acompañado en tantos sueños y lugares. Mientras tanto, en la parte de atrás Claudia habla en italiano con los dos viajeros transalpinos y entre todos se ponen al día del viaje . Le indicamos al taxista que nos lleve a Antica Bed and Breakfast , es un lugar céntrico, agradable y uno de esos negocios que ha sabido adaptarse a los viajeros de mochila y del Mongol Rally.

Pasa aproximadamente un cuarto de hora hasta que llegamos a nuestro destino  y a pesar de la noche cerrada hay una brisa agradable que hace que el ambiente sea  muy placentero. El viaje transcurre por unas largas rectas   impersonales de estilo comunista , calles no exentas de baches y mal asfaltadas. Doblamos una esquina y aparece una plaza , y el taxista nos indica que es la de Amir Timur. Avanzamos cien metros y a nuestro lado aparece majestuosa  la belleza impactante del Gur Er Mausoleum. Es así como me encuentro por primera vez con  el  primer trazo de ese  azul turquesa legendario de Samarkanda que lleva maravillando al mundo desde hace siglos.

Aparcamos el coche delante , ya que Antica Bed and Breakfast está a escasos diez metros en una callejuela. Me detengo un rato y vuelvo a mirar atrás para recrearme ante  la belleza del lugar, unas luces y la luna llena hacen resaltar  la impactante arquitectura del mausoleo . Abro bien los ojos y el corazón se me acelera brevemenete de emoción  por estar aquí y me siento muy feliz de haber llegado a la legendaria ciudad de Samarkanda. Detras sé que está otro pequeño mausoleo, el   Ak Saray mausoleum, pero hoy estoy maravillado por el color azul turquesa que veo delante. Me siento abrumado por esa arquitectura fascinante y sobre todo por el brillo que ejerce con el cielo estrellado y con la belleza de la luna llena. Todo ello forma un marco mágico , glorioso  y memorable que me acompañará mientras viva y que en los siguientes días se va a ver mágicamente multiplicado.

Caminamos por las callejuelas que se asemejan (salvando las distancias)  a las de un pueblito andaluz,  y es así como  llegamos al Antica Bed and Breakfast . Nuestro conductor nos ayuda y nos acompaña, la propietaria parece que se acaba de levantar, sus ojos adormilados  y sus  pelos alborotados nos muestran que acaba de salir de la cama. Hablamos con ella  en el precioso patio y negociamos los precios por las habitaciones en función de los días que nos vamos a quedar.

Ya instalados es hora de dormir, ha sido muy  larga y cansina  la jornada desde que salimos de Tashkent : los policias en el metro, la estación de tren , el cambio en el mercado negro, la chica con dinero en  la bolsa de basura, los niños del tren, el revisor con sus dientes de oro…. Han sido muchas emociones para  un solo día, pero ahora toca descansar, dormir y soñar con lo que mañana veremos. Me duermo pensando en libros leídos a miles de kilómetros, recuerdo las vidas de aquellos viajeros , comerciantes y aventureros que llegaban hace siglos a  esta lejana y mágica Samarkanda. Una ciudad de leyenda que desde hace mucho leía en los libros pero que hoy ya es toda una realidad y un sueño que puedo ver , sentir y vivir…

Hoy la cita es: » Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos» Fernando Pessoa

About the Author
Viajero y lector que por vocación se convirtió en Ingeniero Agrónomo y que por un descuido se le ocurrió hacer un MBA. Mochilero inquieto y curioso que quiere seguir conociendo el mundo, sus gentes y culturas. Apasionado por la literatura de viajes y por la conexión entre el viaje y el humanismo. Creo en el viaje como forma de aprendizaje e investigo sobre ello de forma independiente y autodidacta.
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11 Comments
  1. Alisetter 12 diciembre, 2011 at 22:27
    Grande, Ivan, me ha encantado :)
  2. Iván 12 diciembre, 2011 at 22:36
    Gracias Alicia, poco a poco voy escribiendo los posts-relatos del viaje :)
  3. Mireya 15 diciembre, 2011 at 22:38
    Hola! Soy Mireya, de Barcelona. En febrero me iré sola de viaje sin fecha de regreso y empezaré por Tailandia. También quiero pasearme por Laos, India y Nepal como mínimo. Quería saber si necesitaste visado (si es que sí agradecería información) cuando cogiste el Slow Boat dirección Luang Prabang o simplemente pagaste (hay que regatear,no? lo digo por lo que he leído por ahí de que conociste gente que pago menos..lo más barato que escuchaste fue 1600 BTH?es por tener una referencia), te subiste y llegaste a Laos. Si me contestas hazlo a contracultura@gmail.com. Gracias! ;)
  4. Asun y Ricardo 18 diciembre, 2011 at 14:15
    Hola Ivan: En estas entrañables fechas queremos desearte a ti y a tus seguidores que paséis una FELIZ NAVIDAD. Este año ha estado marcado por la crisis y dificultades económicas, esperamos que el próximo año 2012 se superen y venga cargado de bonanzas. Os invito a leer este peculiar Cuento de Navidad para la crisis. Un abrazo.
  5. Iván 19 diciembre, 2011 at 17:47
    @ Mireya: Te he enviado un email personal sobre lo de Laos @Asun y Ricardo. Hola Pareja, lo mismo digo. Un fuerte abrazo viajero y felices fiestas con un año 2012 lleno de sueños y muchos viajes
  6. JAAC (@SltCnmg) 21 diciembre, 2011 at 10:35
    Un placer recorrer de nuevo el camino contigo. Leer las impresiones de otro sobre un viaje que has hecho es volver a viajar con sus ojos. Gracias :-)
  7. Iván 22 diciembre, 2011 at 11:08
    @SltCnmg: Sitios complicados para viajar los de la antigua Ruta, pero llenos de experiencias y de lugares impresionantes
  8. Óscar 23 diciembre, 2011 at 12:15
    Me quedo con ello: Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos. Enhorabuena!
  9. Óscar 23 diciembre, 2011 at 12:16
    Me quedo con ello: Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos!
  10. Iván 23 diciembre, 2011 at 15:37
    Hola Óscar, recuerda a aquella otra frase de que la belleza la llevamos con nosotros cuando miramos ;)
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