El paso del ser humano por el mundo está lleno de contrastes, todavía hoy, uno de ellos sigue oscilando entre el nomadismo y el sedentarismo. Durante miles de años, la humanidad ha ido mezclando el quedarse con el irse, y así seguimos en plena época de internet. Contradicciones.
Las razones son diversas y dependen de las circunstancias de cada uno, el partir puede ir ligado a la curiosidad, a una búsqueda, a un afán de superación personal, a la necesidad de conocimiento y crecimiento, también simplemente al disfrute, pero en muchas otras ocasiones es un movimiento forzoso y provocado por desgracias. Contradicciones.
Razones como tratar de aprender algo del mundo y de otros seres humanos a través del movimiento y el desplazamiento físico es algo que siempre ha estado ahí, puede ser real o efímero, depende de nuestra propia existencia y de infinidad de factores. Hay gente realmente estúpida que no para de viajar y gente realmente sabia que puede no haber salido de su entorno cercano. Contradicciones.
Pero también el viaje va unido en una gran parte de ocasiones a desgracias como la emigración por pobreza o a los desplazamientos forzosos por guerras, desastres naturales o hambrunas. Sea por un caso o por el otro, ha ido impregnando con sus sonrisas y lágrimas la Historia del mundo y ha ido llevando a la humanidad a la diversidad, al progreso, pero también a la tristeza y a la desesperación. Contradicciones.
Y es que el salir del espacio conocido puede ser visto desde muchos prismas, demasiados quizás, en muchos casos depende del lugar de nacimiento y de las condiciones sociales y económicas. Noticias de buenos datos del turismo nacional y global se mezclan en el mismo telediario con el desplazamiento de millones de refugiados que mueren en mares cercanos como el Mediterráneo o en desiertos que separan la escasez de la abundancia. Contradicciones.
Mi Instragram y Twitter ven pasar fotos de blogueros narrando sus maravillosos viajes por el mundo y se entremezclan con otras fotos de niños, mujeres, hombres y ancianos que muestran en sus rostros cansados y llorosos las miseries del ser humano. Contradicciones.
Todavía en pleno siglo XXI, infinidad de gentes, culturas y pueblos siguen enfrentándose de primera mano a esa realidad. Fotos de gente tomando el sol se mezclan con unos inmigrantes que tratan de llegar a la costa, ambas realidades se superponnen a vuelos de bajo coste, a viajes de negocios y a otros inmigrantes obligados a trabajar a mlles de kilómetros de sus seres queridos. Contradicciones.
Muchas veces no es fácil la transición, ni para uno mismo, ni tampoco para pueblos y gentes de lugares como por ejemplo una Mongolia que está sufriendo lo indecible para integrar su ADN completamente nómada en una compleja y sedentaria vida urbana. Los suburbios de Ulan Bator son una buena prueba de ello y reflejan la complejidad de la situación. Contradicciones.
Para una gran parte del mundo, el viajar por placer es un lujo que no está al alcance de sus economías personales y familiares. Una realidad que en ninguna forma se asemeja a la que uno puede llevar en sociedades de clase media en la que el viaje y el ver mundo va conectado con el ocio y con el disfrute de una situación estable y próspera.Contradicciones.
Los motivos de cada viaje pueden ser diferentes, algunas veces depende del estado de ánimo, del momento que vives en la vida, de las circunstancias propias y de la serie de casualidades que van ocurriendo en ese curioso trayecto llamado vida. No son pocas las veces que viajando uno piensa aquello de que igual estaba mejor en casa o del preguntarse por qué anda metido en este embrollo y lugar. Contradicciones.
Como cualquiera que se precie, al viajar he sentido momentos de éxtasis, de felicidad suprema, pero también hubo momentos y lugares para la melancolía, la tristeza, el llanto y la soledad. Contradicciones.
Nadar en soledad en playas paradisíacas también vino precedido de momentos duros viendo injusticias del mundo, la fragilidad de la vida y las miserias de la vida. Contradicciones.
Con el paso de los años he ido adquiriendo unas formas de ver y sentir que a veces me llevan a contradecirme, adoro partir, pero cada vez más adoro volver a casa y verme rodeado de gente que quiero y me quiere. Contradicciones.
Todavía no tengo claro lo que quería escribir, pero al final se me han ido mezclando unas palabras con las otras, combinando emociones y notas escritas en una desgastada libreta negra. Contradicciones una vez más…
Hoy la cita es: «La función del ser humano es vivir, no existir. No voy a gastar mis días tratando de prolongarlos, voy a aprovechar mi tiempo». Jack London.